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A 21 AÑOS DE LA GESTA DEL PUENTE GENERAL BELGRANO EN CORRIENTES

Corrían los años 90 y es en la provincia de Corrientes, bajo intervención radical del gobierno nacional, donde se da uno de los puntos de ruptura del modelo neoliberal mediante la incipiente organización popular espontánea de miles y miles de trabajadores y vecinos ocupados y desocupados, que deciden salir a la calle a expresar su descontento y bronca ante las medidas siempre contrarias a los intereses populares de los gobiernos de la clase política.

El hambre y la desesperanza cundían. Niños y ancianos comenzaban a mostrar las facetas del ajuste: Desnutrición, abandono, tristeza, miseria.

Irrumpen en el escenario político y económico, cultural y social de la provincia de manera autoconvocada, y desarrollan en corto tiempo una de las experiencias colectivas de mayor potencialidad y resistencia de la historia de la región.

Organizaciones políticas y sindicales, se ven desbordadas ante la bronca del pueblo que decide expresarse sin pedir permiso. No era para menos, sumado a toda la violencia y abuso de la clase politicia, se adeudaban mas de 5 meses de salarios a los mas de 50.000 trabajadores estatales, y un sinnumero de proveedores del estado.

Los trabajadores ocupados y desocupados de Corrientes comienzan a desarrollar la unidad en la acción y ponen en práctica herramientas como la asamblea para la toma de decisiones, la democracia participativa, la horizontalidad y la acción concreta uniendo reclamos de trabajadores ocupados y desocupados, sectores medios y marginados.

Sin saberlo estaban aportando con su lucha novedosa a una práctica política que se irá expandiendo por todo el país y que ya registraba antecedentes en las luchas de los fogoneros de Cutral Co y los piquetes de General Mosconi. Del sur al norte de la Patria, la resistencia al neoliberalismo colonial comenzaba a organizarse.

Toda esta irrupción popular de participación colectiva intentó ser neutralizado a través del aparato represivo del estado nacional en la madrugada del 17 de diciembre de 1999.
Los asesinatos en el puente de los compañeros Francisco Escobar y Mauro Ojeda, más la veintena de heridos con armas de fuego serán impunemente silenciadas. La mañana trágica de diciembre no sólo ocultará el sentido de resistencia del movimiento popular correntino sino que también dará paso a la consolidación –miedo,ocultamiento y mentiras mediante- de la vieja política local, de sus prácticas amañadas, siempre bajo la promesa de la “rectificación de caminos”, para lograr finalmente y en el tiempo, la restauración del viejo proyecto conservador y neoliberal.

Otros importantes compañeros de ruta como Tony Alegre, Juan Alberto Pereyra y José Luis Talavera, heridos por la represión estatal que luego en el tiempo, murieron sin recibir la condigna respuesta de la Justicia.

Años y años de oscuridad e impunidad, de connivencia entre el poder judicial y político, del ocultamiento de las responsabilidades públicas de los funcionarios actuantes y del silencio y complicidad del ex Ministro del Interior de la Nación, Federico Storani, y del Juez Federal interviniente Carlos Soto Dávila quienes nunca dieron una explicación lógica y veraz de lo sucedido.

Todo se ha escondido.
Sin embargo, las banderas del Puente todavía están pendientes y se las recuerda en actos populares, mientras los sectores políticos que ostentan el poder de gobernar hacen la vista gorda. La memoria de los caídos, de los heridos, y la resistencia popular debe ser recordada, así como los cinco puntos de la última convocatoria y corte del puente interprovincial Manuel Belgrano en 1999:
1) No pagar la deuda externa a costa del Pueblo. La sociedad no debe volver a pagar la fiesta de los banqueros.
2) Protección a los sectores más vulnerables de la voracidad privatista.
3) Redistribución más justa de la riqueza.
4) Modelo económico y social más participativo.
5) Justicia social.

Años después recién en 2017, el Estado Nacional se vió obligado a reconocer estos hechos, indicando que “…tanto la Gendarmería como la Prefectura Naval Argentina hicieron un uso desproporcionado de la fuerza contra trabajadores que protestaban por la falta de pago de sus salarios…en virtud del mencionado acuerdo, el Gobierno argentino deberá adoptar diversas medidas de reparación, las cuales son objeto de seguimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.

El Pueblo Correntino es honesto, pacífico y trabajador. Pero bravo y valiente. Protagonizó en 1969 el primer Correntinazo, pagando con su vida el compañero Juan José Cabral. Corrientes siempre ofrendó a la Patria la vida de decenas de bravos soldados que defendieron a la soberanía en Malvinas y participó bravíamente en cada párrafo de la historia de la liberación de nuestra Argentina.

Este mismo Pueblo Correntino sigue hoy dando su mejor esfuerzo para el logro de la justicia social necesaria, debatiendo su presente y futuro ante un gobierno nacional postrante, hambreador, cipayo y representante de la clase de los ricos; y su réplica en la provincia guaraní; ese esfuerzo; la lucha constante por la dignidad de todos los correntinos es el mejor homenaje que podemos hacer; también; hacia los dos correntinos asesinados en el puente y sus inmediaciones por las balas del gobierno de De la Rua, bajo las ordenes de su ministro Storani.

MPA – MOVIMIENTO PERONISTA AUTENTICO
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