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Relecturas – Esto decíamos en Junio de 2011

Relecturas – Esto decíamos en Junio de 2011

LAS BASES – Editorial de Revista El Descamisado Nro 15

«…Hablemos claro, sin estridencias ni discursos desorbitados. Claramente, se observa un proceso dominante, socioeconómico y político, que posibilita hasta hoy y al parecer sin solución de continuidad, una irritante concentración de la riqueza en muy pocas manos; con una correlativa condena a una vida de extrema pobreza e indigencia a amplios sectores de la población, enmascarada en parte por la implementación de una política presuntamente distributiva del ingreso nacional, NO de la riqueza y ni mucho menos de las oportunidades.

Claramente, se observa un cambio posibilitado por el manejo perverso de la tecnología ahorradora de mano de obra e instrumento de la concentración de la riqueza, cuyos efectos sobre la mayoría de los habitantes de nuestro País, aun pueden ser mantenidos semiocultos por apabullantes discursos de progreso y promesas de un futuro venturoso.

Los propietarios y rentistas del poder económico oligárquico mantienen sus privilegios a buen resguardo hacia el largo plazo, a costa de millones de excluidos así como de la destrucción de una parte altamente significativa de los ecosistemas, y del sometimiento de la economía nacional a un mercantilismo primario. Es rotundamente falso que todo este estado de cosas no pueda ser modificado…

Es rotundamente inaceptable que tengamos que darnos por satisfecho en cuanto a las expectativas y esperanzas de una calidad de vida DIGNA para todo el PUEBLO con estas “migajas superiores” y que por cuenta gotas vienen siendo implementadas para aflojar tensiones sociales, posibilitadas por los resultados de “metas abstractas de la economía”.

No existen relaciones de fuerzas imperturbables o estáticas que supongan que debemos aceptar acrítica y pasivamente que la minoría dominante y genocida, que por acción u omisión, “traba el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al PUEBLO y disgregan la Nación” (1) mantenga a buen resguardo sus intereses mal habidos, sus negocios ilegítimos y/o ilegales, y una irritante apropiación de excedentes. Por el contrario, conservamos un territorio nacional, con atributos geográficos, calidad en recursos humanos, infraestructura productiva y de servicios, así como las oportunidades que conllevan, con holgada suficiencia y eficacia para satisfacer una elevada calidad de vida a todos los habitantes de nuestra Patria. En otras palabras, no está escrito en ningún lado y ni mucho menos es una calamidad caída del cielo que debemos aceptar esto niveles insoportables de injusticia e inequidad social y de entrega de Soberanía.

Y seamos más claros aún; esto es directa consecuencia de que la forma de hacer política no ha variado sustancialmente respecto a los anteriores gobiernos constitucionales, es decir: acumulación ilimitada de poder personal, compartido a medias sólo con un reducido y oportunista círculo áulico; negación tanto a la discusión programática –“vamos bien sin saber adónde”– como a la agitación política y, por supuesto, abundante turismo clientelar masivo; con destellos de movilizaciones fuertemente “motivadas” y controladas

¿Será la única forma posible de hacer política en la Argentina de hoy? En esta perspectiva es absurdo reducir lo político al engañoso esquema de “oficialistas-opositores”; ni mucho menos de “kirchneristas-antikirchneristas” o “no kirchneristas” en tanto versión de cabotaje del prisma eurocéntrico “derecha-izquierda”, ya que en todo caso son categorías de las rencillas internas que se suscitan en este sistema político grotescamente elitista e ilegítimo, desde el cual se pretende relegar a una inmensa mayoría popular al rol de simples espectadores de un escenario mediático lejano y confuso.

En este marco de situación; el tremendismo, el inmediatismo, la impaciencia y la búsqueda de espectacularidad en los resultados políticos, conspiran contra la voluntad de mantener encendida la llama de un auténtico proyecto transformador y revolucionario. Vemos que se está activando un proceso de transición que abre una nueva etapa signada de nuevas y viejas discusiones. Aún no quedan para nada claro las causas y las consecuencias de la tragedia sufrida a partir de 1975-1976. Esto sugiere la necesidad de transitar del absolutismo político al pluralismo, lo que cuestiona las tendencias totalitarias de ciertos sectores de la sociedad y cuestiona en mayor medida a los grandes rentistas y propietarios oligárquicos que interactúan en el sistema político como tendencia ideológica transversal a casi todos los partidos (no hay que olvidar que todos los golpes de estado se han llevado a cabo con apoyos sociales amplios, favorecidos por concepciones totalitarias en esos sectores sociales). Implica también la recomposición de un activismo político, ideológicamente desinhibido del terrorismo de estado, de la recomposición de la conciencia histórica colectiva; en suma, la sociedad argentina vive un estado de transición global que afecta a todas sus estructuras.

El otrora sueño industrialista argentino sucumbió ante la dictadura oligárquicomilitar con Martinez de Hoz y Videla-Massera-Agosti a la cabeza. La “sociedad del empate” fue “desaparecida” con su tejido social incluido. El arrollador cambio tecnológico fue usado como un instrumento para reconfigurar por completo la discusión política nacional. No obstante ello, podemos asumir que en el País aún están presentes: potenciales industrias nacionales básicas; excelentes recursos humanos y naturales, con extensas superficies aptas para la producción agropecuaria y agroindustrial, si bien en un alarmante y creciente vacío territorial.

Claramente, como elementos negativos, observamos la consolidación del aumento de la superficie cultivada con soja y maíz transgénicos y con algunos otros cultivos que en menor escala, respecto a los dos mencionados, tienen como principal destino el mercado externo, desplazando otras actividades productivas que tenían como destino principal el mercado interno. Una lectura lineal, lleva a la conclusión de que los decisores de la política en general y de la agraria en particular, renunciaron al uso del recurso tierra como instrumento idóneo para la generación de una ocupación digna y estable para el pueblo trabajador.
Este sector territorial y económico implementado en el marco de un nuevo Proyecto Nacional debería tener como principal objetivo la erradicación del hambre, la desnutrición, la pobreza y la exclusión…

Sólo la implementación de un nuevo Proyecto Nacional que garantice el ejercicio de derechos y garantías que ya fueran puestas en práctica en nuestro país a través de la asunción del paradigma de la Justicia Social, ínsito en el texto de la Constitución Nacional de 1949 y en la obra de gobierno que encabezara el General Perón; puede otorgar una duradera y fructífera acción de gobierno hacia el largo plazo.

No se nos escapa el detalle que para avanzar en la concreción de lo mencionado, será necesario modificar e incidir en el sistema de poder, en los distintos estamentos de su configuración local, provincial y nacional.
La “ruleta electoral” vuelve a teñirse de imprevisibilidad; pensemos y planifiquemos entonces hacia el mediano y largo plazo, actuando en la coyuntura en todos los frentes, pero asumiendo que este ciclo se está agotando –más allá de las estadísticas electorales– como consecuencia de sus propias limitaciones y que la dinámica del propio sistema de poder reclama un cambio.

De cara a esta realidad sería saludable no perder de vista que un Proyecto Nacional Revolucionario no es un libro de doctrinamiento abstracto, sino que es el objetivo de una política de poder, que no se logra consumar -por cierto- con una fuerza popular “ultra pura” del 2 o 3 %.

Necesitamos ampliar el ámbito de resonancia de nuestras reflexiones y propuestas, conjugándolas con otras, para sumar y sumarnos desde estas condiciones a la construcción de una fuerza política plural, amplia y transformadora; que alcance el gobierno, que dispute poder, y que propicie la puesta en práctica de nuevas BASES PARA UNA ALIANZA CONSTITUYENTE DE UNA NUEVA ARGENTINA, orientadas bajo el influjo del paradigma de la JUSTICIA SOCIAL.

En consecuencia, desde nuestra digna trinchera militante venimos a contribuir con nuestro humilde esfuerzo a conformar –como decía Don Raúl Scalabrini Ortiz– esa empresa más grande a nosotros mismos en donde podamos fundirnos, para emprender la reconquista de lo elemental, terminar con los lugares comunes aprendidos de sociedades vetustas y desarrollar esa semilla de cultura que, entre los escombros del pasado, puja por ser presente.

Consejo Editorial Revista El Descamisado – Movimiento Peronista Auténtico.

(1) Carta de Rodolfo Walsh a los genocidas de la junta militar, 24 de Marzo de 1977

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