Memoria Popular

LA MEMORIA NO SE PIERDE, EL COMPROMISO NO SE ABANDONA

“…No tenemos apuro, vamos a esperar el tiempo necesario hasta que el Pueblo triunfe sobre la oligarquía. Ese día cumpliremos en un gigantesco abrazo en la plaza de todos. Nos veremos en Plaza de Mayo y no faltará nadie. Estarán todos los héroes y mártires muertos por la Patria, los desaparecidos y torturados, los combatientes que dieron su vida en Malvinas, todos los que padecieron hambre y sed de justicia. También se revivirán sueños y esperanzas, legítimas ilusiones –a las que no renunciamos- de un Pueblo feliz en una Patria liberada…”

A 40 años del secuestro en la localidad de Rosario y posterior brutal tortura y cobarde asesinato en la localidad de Lima, Provincia de Buenos Aires, de los compañeros miembros del peronismo montonero Eduardo Daniel Pereyra Rossi y Osvaldo Agustín Cambiasso.

Por ese acto brutal y cobarde fueron condenados a prisión perpetua el ex Subcomisario Luis Abelardo Patti y al ex policía bonaerense Amadeo Spataro como coautores materiales de los delitos de privación ilegal de la libertad, tormentos y homicidio, en todos los casos con agravantes.

A igual pena fueron condenados Pascual Guerrieri, que era en la época jefe del Destacamento 121 de Inteligencia del Ejército en Rosario, y su segundo, Luis Américo Muñoz, como coautores mediatos de esos mismos delitos.

Eduardo Daniel Pereyra Rossi tenía al momento de su muerte 33 años, y era miembro de la Conducción Nacional de la Organización Peronista Montoneros. Peleó contra toda dictadura en la primera fila, cuerpeando al riesgo con entereza y valentía, cuando el Proceso se retiraba golpeando. Dolorosamente, no pudo ver una democracia en ciernes, a pesar de haberlo dado todo por construirla. Estaba trabajando duramente en la reconstrucción organizativa que sostuviera un proyecto Nacional y Popular de Liberación. Nos dejó un incomparable ejemplo de militante íntegro, gran compañero e inclaudicable Jefe. Su legado incluye también un puñado de poemas extraordinariamente bellos, que el «Carlón» garabateaba en sus momentos de intimidad.

Osvaldo Cambiaso tenía 42 años cuando fue asesinado. Ingeniero Químico, profesor e investigador de la Universidad Nacional del Litoral, es detenido en 1976 y liberado en 1981, dado su precario estado de salud, merced a la presión internacional ejercida por diferentes organizaciones de derechos humanos y con el respaldo de los gobiernos de España, Francia, Suecia y Holanda, entre otros. Miembro destacado de la Organización Peronista Montoneros, estaba abocado a la lucha por la recuperación de la democracia en nuestro país y era uno de los responsables nacionales de la corriente Intransigencia y Movilización Peronista.

Luego de una intensa campaña nacional e internacional, de un irrefrenable clamor popular y reclamos de los partidos políticos, organizaciones sindicales, de derechos humanos y la Iglesia, los cadáveres de ambos fueron encontrados 4 días después en un camino de tierra de la localidad de Lima, Provincia de Buenos Aires, salvaje y cobardemente torturados.

Nuestra intención al recordar a estos compañeros va mucho más allá de un simple ejercicio de recordación lacrimógena, de un simple anclaje en una referencia histórica. Este ejercicio de la memoria nos refuerza en este presente político en la convicción con que sostenemos e impulsamos nuestra propuesta política, en el esfuerzo de nuestra militancia; convocando -como decía el Carlón- “a los que todos los días se levantan y salen a yugarla por migajas que no alcanzan”, para que nos rebelemos y construyamos una Patria digna de ser vivida.

En medio de este presente, con millones de compatriotas privados de básicos derechos a la alimentación, a la salud, a la educación, a la vivienda, optamos por continuar enarbolando como bandera y como práctica la misma voluntad de transformación, los mismos propósitos de Liberación y Justicia Social.

No nos interesan otros proyectos, otras latitudes políticas; no nos concebimos domesticados ni dócilmente rendidos, no nos referenciamos en una historia al simple efecto declamativo, porque no es una historia cualquiera, es nuestra historia, de la cual estamos orgullosos y desde la cual nos ubicamos en este presente y nos proyectamos hacia el futuro, haciéndonos cargo de todo, sin ninguna clase de beneficio de inventario.

Hoy, recordar a compañeros como Cambiaso y Pereyra Rossi, significa redoblar nuestro compromiso con el Pueblo y la Patria; en la conciencia de que el objetivo no ha sido cumplido, que el camino que resta recorrer aún es largo.

Recordar a estos compañeros desde una ética de responsabilidad histórica de cara al conjunto Pueblo argentino, para nosotros es un compromiso de vida, impermeable a las distintas coyunturas en que hoy se debate este sistema político perverso y decadente.

MOVIMIENTO PERONISTA AUTÉNTICO

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