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HACIA UN PROGRAMA POPULAR PARA UN GOBIERNO PERONISTA 

Como militantes peronistas nos hemos propuesto desde hace muchos años la tarea de elaborar propuestas programáticas, poner el cuerpo militando en diversos frentes y ofrecer un horizonte de futuro esperanzador para los argentinos. Esa necesaria tarea que combina la militancia de base con el trabajo de estudio y redacción de propuestas ha sido nuestro norte y nuestra conducta rectora como organización, una ética que sostenemos y que vemos como única salida frente a una crisis de representación en lo político-partidario y -más importante aún- una profunda crisis económica y social en cuanto a la situación que atraviesan las y los argentinos todos los días.

Comprendemos, a su vez, que una construcción ambiciosa como la recuperación y reconstrucción de las banderas históricas del peronismo y, sobre todo, su efectiva implementación, debe ser una articulación de experiencias e iniciativas de los diversos actores que hoy integran el amplio espectro del peronismo. En ese sentido y como objetivo de este artículo, nos hemos propuesto analizar una de esas experiencias que nos resultan ejemplares en cuanto al rumbo que creemos que debe tomar el peronismo como organización en estos tiempos de grandes cambios que estamos atravesando y ante la situación angustiante que vive nuestra gente, para lo cual el peronismo debe ponerse a la vanguardia y ser eficaz para ofrecer soluciones y bienestar social.

El caso La Rioja

La Rioja ostenta un récord poco común: 38 de las 100 empresas nacionales son riojanas. A pesar de tratarse de una provincia pequeña en cuanto a tamaño y cantidad de habitantes es una de las que mayor densidad de empresas públicas tiene. Y no se trata de empresas “burocráticas”, como reza el mito absurdo y apolillado de cierto liberalismo, sino de empresas profundamente pujantes, productivas e innovadoras: 7 son empresas de alimentos, 6 industriales, 7 agronómicas y 18 de servicios. Por si esto fuera poco, La Rioja está a la cabeza en la creación de fuentes laborales genuinas dentro de la industria del software y es una de las pioneras en el desarrollo de la industria del cannabis medicinal. Una verdadera política de desarrollo con impulso de un Estado empresario, que asume un rol en aspectos estratégicos de desarrollo nacional, además de su rol fiscalizador y de control. La política es, además, una decisión que se tomó hace ya varios mandatos y que ha sido sostenida por los distintos gobiernos peronistas que tomaron las riendas de la provincia, lo que ha consolidado esta decisión como una política de Estado que demuestra día a día su efectividad y que, por otra parte, se traduce en apoyo de la población.

Las empresas forman un conglomerado llamado Mejor Riojanas y no han puesto su foco en rubros al azar, sino que se ocupan de temas nodales y específicos: alimentos, internet, transportes, industrias (en particular rubros de poca densidad en la provincia, como el vidrio), servicios financieros, energía y hasta viñedos. Por citar un ejemplo, la provincia tiene niveles de radiación que equivale a 6,1 horas por día, uno de los más altos del país. Ledlar, una empresa estatal que nació en 2010 fabricando luminarias led, incorporó una unidad que se dedica a la fabricación de paneles solares, aprovechando esta cualidad única que posee La Rioja. El Parque Solar fue ubicado en Chepes, una región con déficit energético y hoy cuenta con 8400 paneles y genera 11 megas de energía por día, lo que equivale a 1300 litros de gasoil. Es, además, el primer parque hecho con 100% fabricación nacional, lo que a su vez impulsa al resto de la economía local, tanto provincial como nacional.

Otro caso saliente es el de la empresa local de colectivos Rioja Bus, que es la compañía estatal de transporte, fundada en el año 2021. Además de ser altamente eficaz y de contar con uno de los boletos más bajos del país, garantiza el boleto estudiantil para los alumnos de todos los niveles. La historia de su carácter estatal quizás sea más interesante e indicativa de una lógica nociva que existe en muchos rubros: el servicio se encontraba concesionado y, aprovechando esa situación, los privados le exigían al Estado subsidios para seguir funcionando. En lugar de ello, el gobierno provincial decidió utilizar ese dinero para formar la empresa estatal en lugar de sostener un régimen gravoso de subsidios. Se trata de una solución sumamente virtuosa, tanto por la mejora en el servicio -el aspecto más importante, porque es en definitiva lo que buscan los ciudadanos- como por haber dado un destino útil y socialmente transformador a un dinero que, de otro modo, sería destinado a un gasto inútil e improductivo y, además, administrado por unos pocos privados con poco o nulo control social.

Otro aspecto interesante del modelo llevado adelante por los riojanos es el tipo de empresa pública que eligieron. Se trata de las SAPEM, sigla que significa Sociedades Anónimas con Participación Estatal Mayoritario. La idea al utilizar las SAPEM como figura jurídica es una forma de promover que un privado se asocie al Estado. Un caso ilustrativo de esto es el desarrollo que se llevó adelante con la industria aviar y porcina. Se trata de carnes complementarias y que tienen poco desarrollo en esa provincia. En busca de generar puestos de trabajo el modelo SAPEM demostró ser propicio para evitar que la mayoría de las personas de La Rioja trabajen exclusivamente en el Estado y el impulso estatal permita el crecimiento del sector privado.

Este tipo de políticas con estos principios rectores se vio acompañado por decisiones de gran valor de parte del gobierno. En particular, nos interesa destacar una que creemos no debe pasar desapercibida y que expresa un compromiso con un programa nacional en un tema de gran relevancia es la que tomó el actual gobernador Ricardo Quintela con los permisos de concesión para la explotación del litio. Muy criticado por la UIA y un sector empresario concentrado, Quintela declaró al litio de interés público y revocó las concesiones que existían en la zona. Consultado por un medio, el gobierno riojano dejó en claro que no se trataba de una decisión caprichosa o contra el sector privado, sino que la realidad de la provincia es que nunca se desarrolló un proyecto exploratorio ni hubo ninguna clase de inversión, lo que terminó generando un sector especulador, una especie de “inmobiliaria minera”, según palabras del propio Quintela, lo cual ha imposibilitado hasta ahora el desarrollo de la minería. Por este motivo, el gobernador propuso un impulso de parte del Estado -como ya han hecho otras provincias con compañías provinciales y el propio Estado nacional con la división de YPF Litio- asociado también con privados que quieran realmente invertir en la provincia. Dotar al Estado de protagonismo para el impulso de la producción, en acuerdos virtuosos con privados y con un rol participativo tanto en la planificación como en la gestión es la única manera de propiciar un modelo de futuro que revalorice el papel del Estado y deje de ser visto exclusivamente como un ente burocratizado y sin capacidad de innovación o iniciativa.
O el Estado toma la iniciativa y se aggiorna o el repudio social seguirá creciendo.

La grandeza de la patria, la erradicación de la pobreza y el desarrollo nacional para la prosperidad general se alcanza con medidas concretas, sobre todo en áreas de gran importancia y potencial. Por este motivo como organización hemos puesto el énfasis en impulsar propuestas; desde La Marcha Al Campo, una verdadera política integral para combatir la desocupación estructural y para el reordenamiento territorial y productivo, la creación de una agencia o empresa nacional de software para la digitalización y la tecnificación del Estado y para servir de fomento para la industria local, el impulso del Canal Magdalena y de la industria naval local, hasta políticas como la recreación de empresas energéticas que ordenen un sistema amañado y desordenado de concesiones privadas y subsidios mal aprovechados, entre otras medidas que hemos elaborado a lo largo de los años.
En ese marco de proyectos que venimos llevando adelante, y respecto de lo que entendemos es una responsabilidad urgente del peronismo, es que consideramos de enorme interés y relevancia la obra llevada adelante por los compañeros de La Rioja y creemos que es un ejemplo a seguir para ser replicado a nivel nacional como modelo de desarrollo productivo y de país.


(Imagen: Daniel Santoro, Melancolía y revolución en la terraza de la CGT, Óleo sobre tela)

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