Documento fundacional del MPA – San Antonio de Arredondo, 7 y 8 de Septiembre de 2002
DOCUMENTO FUNDACIONAL DEL
MOVIMIENTO PERONISTA AUTENTICO
INTRODUCCIÓN.
El Movimiento Peronista fue el más alto grado de conciencia social y política del Pueblo Argentino y uno de los movimientos de masas más grandes de América Latina y el mundo, organizando en su seno, en torno a un proyecto político de liberación nacional y social, a distintos sectores sociales, con la clase trabajadora como su columna vertebral. El Partido Justicialista era la herramienta electoral, adecuada al sistema, para disputar el poder formal en los períodos de vigencia de la democracia liberal argentina. La característica de ser un Movimiento era lo que le daba su potencial revolucionario y lo transformaba en “el hecho maldito del país burgués” al decir de J. W. Cooke.
La necesidad de domesticar a la Argentina y sumirla en la dependencia más profunda de su historia requería quebrar la voluntad independentista de su Pueblo destruyendo su organización y su conciencia.
La dictadura militar inició el proceso asesinando a la dirigencia del Campo Nacional y Popular y comenzando una transformación estructural económica y cultural que consolidaba la más injusta distribución de la riqueza y la visión de que no había otra alternativa.
Una de las tareas pendientes de la dictadura fue terminar de demoler la gigantesca construcción política del General Perón: el Movimiento Peronista.
Había que fragmentarlo, vaciarlo de mística, sentido y contenido revolucionario. Había que hacer desaparecer el Movimiento para que permanezca solo el Partido Justicialista, de esta forma el Peronismo dejaba de ser revolucionario para ser solo una expresión liberal más, sin ninguna diferencia de fondo con los demás partidos políticos del sistema.
La única forma de hacer esto era desde sus propias filas, con la traición de sus dirigentes al Pueblo y a la Doctrina Peronista. Estos dirigentes convertidos al liberalismo, usurpando el nombre de peronistas y renegando de su historia, se aliaron al imperialismo en contra de otros pueblos, destruyeron la mayoría de las conquistas de los trabajadores, regalaron la riqueza acumulada por nuestro pueblo en las empresas del estado y continuaron con el plan de la dictadura de beneficiar a los grupos económicos y financieros transnacionales marginando y excluyendo a las grandes mayorías de nuestro pueblo.
Una dirigencia prisionera de las ideas de la clase dominante, domesticada, penetrada por el liberalismo oligárquico. Esta dirigencia abandona los propósitos históricos del movimiento popular, constituye una dirección alvearizada, que centra sus objetivos en la defensa de la democracia formal, la apertura económica y el acomodamiento dentro del orden neoliberal. Abandona por completo la disputa del poder y se conforma con ser gerentes eficientes del nuevo poder oligárquico.
PERONISMO AUTENTICO O PEJOTISMO LIBERAL.
Para que todo esto fuera posible la dirigencia del P.J tuvo que impedir la libre expresión del Pueblo peronista en dicha estructura partidaria, vaciándola de contenido y participación democrática. Una práctica burocrática, aparatista y autoritaria fue apoderándose de todo el ámbito partidario, prostituyendo a la militancia, para que esta casta de falsos dirigentes pueda avanzar sin obstáculos en el camino de la traición.
Todo esto, obviamente incluye a quellos dirigentes o sectores del P.J que habiendo sido cómplices por acción u omisión de la traición, en la actualidad asumen un discurso peronista histórico que genera expectativas en la militancia honesta sujeta a la estructura partidaria, y ciertos niveles de adhesión popular,;pero que no plantean una forma de construcción política democrática y participativa y que garantice la viabilidad de un programa auténticamente peronista.
En consecuencia definimos como una estructura caduca y vacía de contenido peronista al Partido Justicialista, declinando en estas condiciones de todo tipo de participación orgánica en el mismo.
Caracterizamos al conjunto de esta dirigencia, y especialmente a Menem, al menemismo y a las distintas variantes continuistas como enemigos del pueblo peronista por la alta traición que han ejercido y ejercen al mandato histórico de nuestro movimiento.
Ante esta realidad actuamos en el profundo convencimiento que el Movimiento Peronista no puede quedar sintetizado en términos históricos por esta camarilla pejotista neoliberal y traidora. Porque en la experiencia histórica del Auténtico Peronismo se deposita la mejor de las tradiciones revolucionarias del Pueblo argentino, y porque continúa expresando la identidad política y cultural de gran parte de las mayorías populares trabajadoras y postergadas.
En esta perspectiva nos proponemos desarrollar una construcción organizativa social y política, que rescate y reinstale en la política nacional un renovado ideario del carácter revolucionario del peronismo, jalonada a través de años de lucha y sacrificios. Resultando indispensable para tal objetivo reestablecer en la militancia un sólido compromiso ético, a fin de expresar lo mas profundo del pensamiento político que nos legara el Gral. Juan Domingo Perón y Eva Perón. Esto significa expresar organizadamente el Peronismo del Pueblo, de los Trabajadores, de los Humildes, de la Juventud; el Peronismo que no traiciona, que no claudica, que luchó y que puso todo por la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria. El Peronismo que históricamente combatió a los burócratas, tránsfugas y traidores, cumpliendo como nadie el mandato de nuestra compañera Evita; el Peronismo que dio la vida por Perón y por el Pueblo; en síntesis EL PERONISMO
AUTENTICO, ANTIOLIGARQUICO Y ANTIMPERIALISTA.
Atento lo recién manifestado, partimos del entendimiento que el Peronismo auténticamente nacional, popular y revolucionario en nuestro país, es fundamentalmente el resultado de su experiencia histórica, y la capacidad que tuvo por momentos para interpretar la realidad y su gesta heroica para transformarla en los 10 años mas felices que tenga memoria el Pueblo argentino; es la epopeya de la resistencia peronista, de la lucha contra la dictadura oligárquico-militar, del compromiso militante sin límites.
Todo lo que puede significar hoy el Auténtico Peronismo, es consecuencia de aquellos años en los cuales primó la capacidad de aglutinar a nivel de masas tras banderas liberadoras y cuestionadoras del sistema dependiente que todavía nos agobia.
ANALISIS DE COYUNTURA Y CARACTERIZACION DE LA ETAPA.
Este escenario de crisis total, lejos de ser meramente coyuntural, y mas lejos aún de ser exclusivamente local, pues atraviesa transversalmente a toda la región; preanuncia profundos cambios que seguramente marcaran a fuego las futuras décadas. Esto es; atravesamos un período de transición, a grandes rasgos, el fin de un ciclo y el comienzo de otro. El ciclo inciado con la crisis del petróleo de 1973, y que tuviera su primera manifestación concreta a nivel local con el Rodrigazo en 1975, desarrollándose posteriormente a través de la dictadura oligárquico-militar, y los sucesivos gobiernos civiles del actual régimen electoral; está dando sus últimos pasos de su derrotero histórico, en medio de una implosión, vale decir; un derrumbe del régimen, aplastado por su propio peso gigantesco.
En un improvisado análisis de algunos datos de estos últimos 27 años, podemos anotar; en 1974/75 la deuda externa era de 7 mil millones de dólares. Ahora es de 170 mil millones de dólares pero entre 1982 y el 2001 se pagaron 200 mil millones de dólares y se enajenó el 90% del patrimonio público de la Nación.
Si tomamos el producto bruto interno per cápita en la actualidad es un 23% más bajo que en 1974/75, es decir que ha caído también la producción.
Si se toman los niveles de pobreza; la Argentina tenía un 7% de la población bajo la línea de la pobreza. Hoy tiene el 50% de la población bajo la línea de la pobreza, un 20% más que está inmediatamente por encima de esa línea y en cualquier momento cae y otro 20% que si bien no se acerca a la línea de pobreza se ha empobrecido dramáticamente a lo largo de estos años. Es decir, un régimen de saqueo que ha afectado negativamente al 90% de la población y golpeó no solo a las clases trabajadoras sino también a las clases medias, dando lugar al fenómeno de los llamados nuevo pobres y también a las clases medias altas, porque por ejemplo los procesos de desindustrialización en los cordónes de Córdoba, Rosario y Buenos Aires afectaron princialmente a los trabajadores, pero también a los medianos empresarios, a los altos ejecutivos, a los profesionales, a los técnicos, a los empleados de altas jerarquías etc.
En síntesis; no se puede hablar de un modelo económico, sino de un régimen de saqueo. Y como tal, sólo puede reproducirse si es capaz de sostener las superganancias confiscatorias de la elite oligárquica. Este es el objetivo central del gobierno de Duhalde que prolonga el esquema de poder anterior prosiguiendo el camino recesivo del recorte del gasto público al que le agrega la devaluación y la flotación cambiaria, mas la licuación de las deudas de las grandes empresas produciendo de manera simultánea una enorme transferencia de ingresos hacia arriba y un significativo aumento de la deuda del Estado.
Con convertivilidad y deflación antes y sin convertivilidad y con inflación ahora, las orientaciones decisivas del ajuste impuesto por el FMI continúan vigentes, su arquitectura es simple: controlar el gasto público, los salarios reales y más en general el consumo (y en consecuencia las importaciones) con el fin de sostener los beneficios de las grandes empresas (aún cuando se achique el mercado) y generar por la vía del superávit comercial una fuente de divisas que mantenga (o restaure) el flujo de fondos hacia el exterior (pago de deudas públicas y privadas, envío de ganancias, etc.)
Todo este proceso termina por configurar un escenario, en el cual los caminos se bifurcan en dos alternativas posibles. O bien el nuevo ciclo histórico se desarrolla contrariando el proyecto de las clases dominantes de los últimos 27 años, impulsando cambios estructurales con una marcada dirección democrática y revolucionaria; o bien la agonía del régimen se extenderá a través de su profundización, imponiéndose un sistema político neoautoritario, con altísimos niveles de violencia, marginación, hambre y desocupación; a fin de garantizar el usufructuo de privilegios insoportables y mantener a la Nación sometida al imperialismo mas desembozado.
Este contexto histórico encuentra al conjunto de las fuerzas del campo popular en pleno proceso de reconstrucción, el cual se desarrolla principalmente a través de activas manifestaciones de resistencia contra el régimen de saqueo, sin exteriorizarse todavía una dirección política hegemónica que organice todos los esfuerzos en los marcos de una estrategia de poder. En este estado el campo popular corre el riesgo de quedar sumergido en la apatía, si las distintas expresiones organizadas y resistentes no conjugan rápidamente una vocación de poder; con lo cual una confrontación prolongada contra el conjunto de las instituciones putrefactas del régimen de saqueo, desplegada desde el llano y en condiciones sumamente duras y desfavorables, resultaría un posible escenario.
Sin embargo el campo del enemigo, a pesar de la impresionante acumulación de fuerzas materiales que cuenta en su haber, posee una debilidad inocultable, y que explica en gran medida la oportunidad que tiene el campo popular para acelerar su reecomposición, forzar un equilibrio de fuerzas y revertir el proceso de saqueo.
La lucha de los trabajadores contra el achicamiento del Estado y el aparato productivo, la movilización piquetera, el voto bronca de Octubre de 2001 desencadenaron los históricos sucesos del mes de diciembre del año pasado y acabaron con la legitimidad democrática del régimen de saqueo. El poder es hoy ilegítimo, reinstalándose el esquema concreto de la confrontación entre Pueblo o Antipueblo, Nación o Imperio, Patria o Colonia.
A pesar de que el campo del enemigo conserva la iniciativa, desplegando sus fuerzas con suma agilidad, no dejan de ser iniciativas de muy corto plazo. Ninguna trenza politiquera podrá restaurar la imagen de representatividad democrática de que gozara el régimen en los años 80 y 90. Ninguna componenda superestructural, circo electoral o cambio de figuras podrá recomponer el consenso neoliberal en el conjunto de la sociedad. El gran problema y limitación de la estrategia de poder del enemigo, pasa ahora por la imposibilidad de restaurar una marco de “gobernabilidad” con millones de excluidos en los marcos de una economía de penuria, con una abrumadora mayoría que se niega a legitimar en las urnas, aún en este limitado sistema electoral, el régimen de saqueo.
PASADO Y PRESENTE: LOS NUEVOS DESAFIOS.
La historia de lucha política del campo nacional y popular en sus diferentes estadios de avances y retrocesos, es materia aun pendiente de interpretación.-la interrelacion entre pasado y presente en una elaboración objetiva, no debe solamente analizar las caracterizaciones del enemigo del campo nacional y sus objetivos de dominacion, tambien debe incluir el análisis de las respuestas u oposiciones que evolucionaron en el tiempo histórico y que aún hoy conservan potencialidad cultural, politica e ideológica que actúan y modifican la realidad actual.-
La superacion o transformación de esas estructuras historicas no se aborda con la superficialidad del “hoy historico”, sino con la comprensión integral de las mismas como fenómenos de corta, media y larga duración temporal.-
En este sentido la reconstrucción del pasado historico ha sido parcial y creemos insuficiente. La lectura del mismo se nos presenta muchas veces como si el proceso de liberación en la argentina hubiera comenzado en el corto plazo.
De alli que creemos imprescindible la reconstrucción del relato histórico, y desde nuestra perspectiva, la rediscusión del rol del peronismo como movimiento de masas de contenido nacional y popular, y el paralelismo que su dinamica interna significaron avances y retrocesos del conjunto del campo popular.-
En la reconstrucción de la identidad histórica de nuestro pueblo, la evolución nacional y popular que va desde las “montoneras federales; la política criolla; la chusma irigoyenista y los descamisados o cabecitas negras del peronismo” son la explicación del fenómeno causa / efecto ; minorias oligarquicas / mayorías populares, en el marco del campo nacional.-
Reivindicamos plenamente nuestra herencia y tradición. Tenemos un pasado de lucha y sacrificios del cual estamos orgullosos, con nuestros aciertos y nuestros errores.
Sin embargo de nada sirve la más rica referencia histórica, si ello no se traduce hoy en una propuesta política encarnada en la realidad que estamos obligados a transformar. De nada sirve aferrarse a un tiempo histórico, sin ningún tipo de anclaje en éste tiempo presente; ya que la sola y simple referencia a lo más glorioso de nuestro pasado no traduce necesariamente existencia política presente, y mucho menos representatividad y legitimidad real en el hoy que nos desafía.
Claramente debemos comprometernos a dar ejemplos desde la práctica, entendiendo que el peronismo en primera instancias es una forma de vida, de entrega, de solidaridad y de justicia como orden natural, que ese sentimiento se transmite como un acto de amor a nuestro Pueblo.
En esta perspectiva, el 19 y 20 de Diciembre hizo explosión la saturación del Pueblo, producto de una cantidad de hechos que se fueron sucediendo en perjuicio de las mayorías populares. A partir de esta fecha ha entrado en su etapa final la clase política como cuestión emblemática de toda la clase dirigente. También entran en su etapa final las instituciones y sistemas de representación; el sistema electoral liberal, los estatutos cerrados de las organizaciones sindicales y de los partidos políticos, el sistema de elección de los miembros del Poder Judicial, la institución policial con su poder mafioso; en síntesis el conjunto de las instituciones del sistema y sus modos de representación.
Frente a ello fundamentamos nuestra propuesta en la práctica de una democracia participativa, con la amplitud para converger con las nuevas estructuras y organizaciones sociales.
En tal sentido, el nacimiento de múltiples experiencias asociativas solidarias, como cooperativas, asociaciones mutuales, llevando adelante exitosamente unidades productivas de cierta envergadura (como las empresas quebradas recuperadas por los trabajadores); la organización generada en los asentamientos populares en la toma de tierras, y los consecuentes planteos reinvindicativos; el avance y multiplicación de las organizaciones de desocupados; la asunción de un sector de la dirigencia sindical de un compromiso político combativo en términos estratégicos; la lucha de los piqueteros; el frente de lucha que se está gestando entorno a los servicios prestados por las empresas privadas de servicios públicos; entre muchos otros ejemplos, son claras expresiones organizativas sociales y políticas que van marcando el perfil del resurgimiento popular.
El Pueblo argentino a través de todas estas manifestaciones ha demostrado que tiene grandes reservas morales frente a la corrupción siniestra que estamos viviendo y a la degradación de este régimen de saqueo.
Hay tres millones de personas en la Argentina en trabajos voluntarios. No en ONG, sino en trabajos voluntarios de solidaridad. Es decir el 10% de la población total, marca la existencia de una cultura social y política de masas, que contrasta con los principios y la ética del neoliberalismo.
PROPUESTA ORGANIZATIVA DEMOCRÁTICA Y PARTICIPATIVA.
Esto, entre otras enseñanzas, nos obliga a desalojar de nuestro pensamiento toda concepción que suponga una voluntad de erigirse por encima de todos con la pretensión de que el conjunto se subordine a un solo criterio político, organizativo y de conducción.
En consecuencia rechazamos por completo de una vez y para siempre prácticas autoritarias y carentes de ámbitos de auténtica discusión, participación y colectiva gestación de las políticas a desarrollar. Debe entenderse que la construcción y elaboración de una propuesta política alternativa al régimen de saqueo oligárquico que sufrimos, exige un alto grado de discusión y participación, no admitiéndose bajo ningún concepto ni justificación prácticas aparatistas, autoritarias y burocratizantes.
Apreciamos el hecho de que los militantes se desarrollan a distintos ritmos y circunstancias. Promovemos la iniciativa creativa y la responsabilidad, cualidades imprescindibles para la participación autónoma y para el crecimiento colectivo.
En esta perspectiva desde ya dejamos claramente establecido que nuestras estructuras organizativas se basan en un criterio de horizontalidad, en donde el liderazgo y las conducciones de las distintas realidades debe fundarse en la representatividad de masas de los mejores compañeros.
Promovemos estructuras organizativas movimientistas, con ámbitos de enlace y coordinación, donde la distribución de roles, responsabilidades y representatividades surge del proceso de construcción y discusión colectivo.
Asimismo y en sintonía con lo recién manifestado, convocamos al MOVIMIENTO PERONISTA AUTENTICO a integrarse a partir de la confluencia de distintas realidades de nuestra militancia de todas las regiones del país, a fin de crear una entidad superior a las partes, en donde éstas sin perder su identidad, ni sus formas organizativas, aportan a esta instancia de construcción colectiva en un pie de igualdad.
Por lo tanto el MOVIMIENTO PERONISTA AUTENTICO nace como una convocatoria permanente, abierta y profundamente democrática para acentuar y consolidar un proceso de reconocimiento y acuerdo entre quienes siendo parte de los principios y definiciones enunciados, aún actúan por separado dentro de cada uno de los distritos y a nivel nacional.
PRESUPUESTOS BASICOS PARA LA ACCION POLITICA.
Lo que sigue son algunos presupuestos básicos para orientar la acción política, que a nuestro juicio se hace necesario acordar, entre todos los que con verdadero espíritu militante estamos decididos a reconstruir una expresión política auténticamente peronista:
1. Asumir un proyecto de transformación revolucionaria de nuestro país como propuesta estratégica basada en la experiencia liberadora del peronismo.
2. Construir una democracia real y participativa con pleno control popular que incluya entre otros de sus resortes básicos la revocatoria de mandatos a quienes se alejan del mandato del Pueblo que los eligió como sus representantes, imponiendo estos criterios en nuestra propia organización.
3. Identificar con claridad el enemigo histórico del pueblo argentino; el imperialismo, la oligarquía y los grupos económicos.
4. Caracterizar a la actual dirigencia política argentina como una clase política rentística, parasitaria y oligárquica, y al actual sistema institucional y de representación política como un régimen electoral neoautoritario incapaz por completo de encauzar los intereses y necesidades populares.
5. Revalorizar la organización (de masas y de cuadros) como la herramienta imprescindible para el desarrollo de una estrategia de poder, reivindicando la experiencia histórica de lucha de la clase trabajadora, (programas de la Falda, Huerta Grande, CGT de los Argentinos, etc.) .
6. Organizarnos en estructuras amplias y participativas, convocando a todos los sectores sociales, trabajadores asalariados y desocupados; organizaciones reivindicativas de las Naciones Indigenas; estudiantes; expresiones barriales y culturales; pequeños y medianos empresarios, comerciantes y productores; organizaciones no gubernamentales, cooperativas, mutuales, centros vecinales y toda aquella organización o compatriota que se identifique con el proyecto nacional y popular del MOVIMIENTO PERONISTA AUTENTICO.
7. Instalar nuevamente el debate político-ideológico y confrontar las ideas resultantes del mismo con nuestra propia práctica.
8. Alentar por todos los medios la movilización y organización popular, en su sentido mas amplio, como método de lucha para la reconquista de las reivindicaciones sociales y políticas.
9. Asumir a los trabajadores ocupados y desocupados, a los sectores excluidos y postergados; y a la juventud; como destinatarios y actores principales de nuestras propuestas y acciones políticas, a fin de reestablecer el poder político y social de los trabajadores como columna vertebral natural del MOVIMIENTO PERONISTA AUTENTICO, del movimiento nacional; y recuperar el trabajo como instrumento esencial para la realización y trascendencia del hombre como sujeto individual y social.
10. Reconocer que las instancias electorales son una oportunidad de acceder al poder formal, por lo que debemos plantearnos contar con una herramienta electoralpara cuando la acumulación depoder real fruto del desarrollo ded nuestro proyecto político requiera ese cauce.
11. Reconocer en una estructura de Frente Patriótico de Liberación Nacional, como manifestación del Movimiento Nacional, la organización política estratégica del Pueblo argentino.
12. Asumir el hecho de que la posibilidad de avanzar en el proceso de Liberación Nacional en nuestra Patria es inseparable de un proceso de integración política, económica, militar, social y cultural en el plano latinoamericano.
LINEAMIENTOS GENERALES PARA UNA ESTRATEGIA DE PODER.
En tal sentido nuestra estrategia de poder queda definida en el expreso reconocimiento que hacemos como auténticos Peronistas, en una estructura de Frente Nacional de Liberación, como manifestación del Movimiento Nacional, a la organización política estratégica del Pueblo Argentino.
Vivimos en una etapa en que ningún hecho por sí mismo es capaz de cambiar la complejidad que la caracteriza. Pero un sinnúmero de acciones sumadas y en lo posible coordinadas, pueden resultar en cambios significativos. El tremendismo, el inmediatismo, la impaciencia y la búsqueda de espectacularidad en los resultados políticos, conspiran contra la voluntad de mantener encendida la llama de un proyecto transformador y revolucionario en términos estratégicos.
En esta perspectiva promovemos la generación de espacios y alternativas de poder locales, en los niveles municipales y provinciales; desde donde comiencen a perfilarse desde la práctica misma una estrategia de poder en dichos niveles; de forma tal de ir conformando una sólida articulación de poderes locales alentados en los marcos de una alternativa de poder nacional.
En base a lo que precede, pretendemos como Peronistas, antes que nada, construir el poder popular que permita el ejercicio de la soberanía popular, en los marcos de una real democracia participativa.
Luchamos, en otras palabras, por una transformación revolucionaria de la sociedad. Socializar el poder por medio de valores, prácticas, mecanismos e instituciones que permitan la participación libre y consciente del pueblo en las decisiones en todos los niveles y ámbitos.
El modelo económico y político de la nueva sociedad tendrá que ser resultado del desarrollo del proceso mismo, del conjunto de planteamientos de las distintas fuerzas que luchan por el cambio y finalmente, de las decisiones del pueblo soberano. Lo que sí podemos delinear ahora es que la sociedad que queremos construir deberá ser justa, humana, democrática, libre, igualitaria, soberana, donde se proporcione bienestar económico al pueblo, sin explotación, sin corrupción, en la que se respeten plenamente los derechos humanos y en la que la defensa de la vida y la naturaleza sean una prioridad, de manera que el desarrollo no signifique destrucción del medio ambiente.
Un auténtico proyecto de transformación revolucionaria no puede estar preestablecido por nada ni por nadie.
Hay que partir de esta modestia intelectual y comprender que el camino de la elaboración de un proyecto revolucionario es una construcción colectiva, que para ser genuina, debe ser contrastada obligatoriamente con la inapelable opinión de las grandes mayorías populares, a fin de lograr una real carnadura en la historia; y si esto no sucede, no queda otro camino que la autocrítica, y los consecuentes esfuerzos para corregir los errores seguramente cometidos y continuar escudriñando en la realidad que queremos transformar.
Por lo tanto, como Peronistas, proponemos la reconstrucción organizada del Auténtico Peronismo antioligárquico y antiimperialista, como un aporte mas a la construcción colectiva de un proyecto de transformación revolucionaria.
Ningún cambio político, social y económico profundo puede encararse con enunciados o buenas intenciones. Se debe demostrar la voluntad y el compromiso de profundizar la elaboración de un programa de transformación, y SE NECESITA ESA PODEROSA HERRAMIENTA QUE SE LLAMA ORGANIZACIÓN POPULAR.
No alcanza con que cada uno busque “un lugar bajo el sol”. No alcanza si los esfuerzos de los militantes se agotan en conseguir una banca mas en el congreso. Los cargos, concebidos como espacios de poder, sólo nos servirán si logramos que respondan a una política, a un proyecto. Los triunfos aislados y los logros individuales no nos servirán de nada.
La cuestión se presenta al revés; si nos esforzamos por unirnos y organizarnos en torno a un proyecto común, no sólo obtendremos espacios de poder en un futuro, sino que estaremos en condiciones de emplearlo para empujar la transformación revolucionaria con la que siempre estuvo comprometido el verdadero Peronismo.
Y esto no se puede conseguir sin organización. Sin empezar a juntar lo que tengamos, y a potenciarlo en nuevos niveles de representatividad. Se trata de saber articularlo, enhebrarlo y empezarlo a coordinar.
Debemos rechazar las políticas que nos dividen y que alimentan el sectarismo potenciando nuestras pequeñas contradicciones. Debemos propiciar fórmulas de resolución de disputas, que favorezcan lo más posible la unidad de la militancia.
En esta perspectiva convocamos la conformación del MOVIMIENTO PERONISTA AUTENTICO al conjunto del Pueblo Argentino, contribuyendo al esfuerzo colectivo por la recomposición del Movimiento Nacional en pos del renacimiento de un gran Frente Nacional de Liberación; puesto que como acertadamente dijo el General Perón; todo el que lucha por la misma causa que luchamos nosotros, es un compañero de lucha, piense como piense…para nosotros, todos los que luchan contra los enemigos de nuestro país, son nuestros amigos.
San Antonio de Arredondo, Pcia. de Córdoba, 7 y 8 de Septiembre de 2002
MOVIMIENTO PERONISTA AUTENTICO
LIBERACIÓN O DEPENDENCIA